En su conjunto, esta nueva obra de Nicole Franchy continúa su interés por el archivo y se resuelve a partir del collage, que en esta ocasión se aborda con diferentes estrategias y variados resultados. El interés en el archivo, sin embargo, no descansa en la utilidad de los documentos que maneja la artista, ni ésta cuestiona el estatus epistemológico de dichos documentos. Franchy accede a archivos específicos como fuente de inspiración -enciclopedias, postales, libros antiguos de antropología, astronomía o física- para subrayar su función como vestigio, signo o evidencia que ha dejado el pasado, una actividad que se propone ampliar su memoria frente al monopolio que ejerce siempre la historia dominante de lo establecido.